By José López Zamorano
For the Hispanic Network
The hemorrhage of overdose deaths from fentanyl pills seems unstoppable.
Of the 110,000 overdose deaths projected by the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), the overwhelming majority involve fentanyl substances.
The trend is equally worrying. The same CDC report shows that overdose deaths among teens doubled over a two-year span, before and during the COVID pandemic.
Never in the history of the country has there been such a high increase in overdoses among American teenagers.
Alarmed by the situation (and by criticism from Republicans), the White House recently sent a letter to all schools in the country.
“One of the most important roles you play as educators and administrators is to create safe environments,” they asked. “Stopping drug use before it starts is essential and effective.”
Indeed, experts agree that acting early saves lives. CDC recommends, for example: Expand distribution and use of naloxone and overdose prevention education, expand access and availability of treatment for substance use disorders, intervene early with people at increased risk of overdose, and improve . detecting overdose outbreaks to facilitate a more effective response.
What could be signs of addiction problems? Problems at work or school, including poor performance, tardiness or absenteeism, and social dysfunction; loss of energy or motivation, neglecting appearance or spending excessive amounts of money on the substance, among others.
Unfortunately we see a shortsighted approach from both Congress and some federal agencies. Republicans appear to be inordinately concerned about the offer. They want to invade Mexico with special forces to dismantle the pill laboratories of Mexican cartels, but they are not paying the same attention to strategies to counter demand for the drugs within the United States.
Of course it is necessary to fight the lawsuit. It is to be applauded that the Biden administration launched a global coalition against fentanyl and has joined the efforts of China - the main source of the chemical precursors - and Mexico - the main manufacturer of the poison pills.
But in the equation of the fentanyl crisis, greater emphasis must be placed on what the government recognizes as a first step: Preventing adolescents from starting consumption, before it is too late.
The good news is that people with addiction problems are not alone. The Hispanic Network has maintained a mental health campaign with the Robert Wood Johnson Foundation for several years with information and resources at www.laredhispana.org/hablemosdesaludmental.
There is also a Help Line if you or a loved one has problems with substance use at 1800-662-4357. Taking that first step to inform yourself and act can save a life.
¿Qué podemos hacer para ayudar a frenar la epidemia de fentanilo?
Por José López Zamorano
Para La Red Hispana
La hemorragia de muertes por sobredosis por píldoras con fentanilo parece incontenible.
De las 110,000 muertes por sobredosis proyectadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la abrumadora mayoría corresponden a sustancias con fentanilo.
La tendencia es igualmente preocupante. El mismo informe de los CDC muestra que las muertes por sobredosis entre adolescentes se duplicaron en un lapso de dos años, antes y durante la pandemia de COVID.
Nunca en la historia del país se había experimentado un incremento tan alto por sobredosis entre adolescentes estadounidenses.
Alarmada por la situación (y por las críticas de los republicanos), la Casa Blanca envió recientemente una carta a todas las escuelas del país.
“Uno de los roles más importantes que desempeñan como educadores y administradores es crear entornos seguros”, les pidió. “Detener el consumo de drogas antes de que comience es fundamental y eficaz”.
En efecto, los expertos coinciden en que actuar temprano salva vidas. Los CDC recomiendan por ejemplo: Ampliar la distribución y el uso de naloxona y la educación para la prevención de sobredosis, expandir el acceso y la disponibilidad del tratamiento para los trastornos por uso de sustancias, intervenir tempranamente con personas con mayor riesgo de sobredosis y mejorar la detección de brotes de sobredosis para facilitar una respuesta más eficaz.
¿Cuáles podrían ser signos de problemas de adicción? Problemas en el trabajo o la escuela, incluido el bajo rendimiento, los retrasos o el ausentismo y la disfunción social; pérdida de energía o motivación, descuidar la apariencia o gastar cantidades excesivas de dinero en la sustancia, entre otros.
Lamentablemente vemos un enfoque miope tanto del Congreso como de algunas agencias federales. Los republicanos parecen estar desmedidamente preocupados por la oferta. Desean invadir México con fuerzas especiales para desmantelar los laboratorios de píldoras de los cárteles mexicanos, pero no prestan la misma atención a estrategias para contrarrestar la demanda de las drogas dentro de los Estados Unidos.
Por supuesto que es necesario combatir la demanda. Es de aplaudirse que la administración Biden lanzó una coalición global contra el fentanilo y ha sumado los esfuerzos de China -principal fuente de los precursores químicos- y de México -principal manufacturero de las píldoras envenenadas
Pero en la ecuación de la crisis del fentanilo debe darse un mayor énfasis a lo que el gobierno reconoce como un primer paso: Evitar que los adolescentes inicien el consumo, antes de que sea demasiado tarde.
La buena noticia es que las personas con problemas de adicción no están solas. La Red Hispana ha mantenido durante varios años una campaña de salud mental con la Fundación Robert Wood Johnson con información y recursos en www.laredhispana.org/hablemosdesaludmental.
Existe además una Línea de Ayuda si usted o un ser querido tiene problemas con el uso de sustancias en el número 1800-662-4357. Dar ese primer paso para informarse y actuar, puede salvar una vida.
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